Vistas de página en total

martes, 26 de julio de 2011

Un poco de Grecia


Fechas: 13/7 – 19/7

Comenzó la parte libre del viaje! O sea, ahora no estamos más con todo el grupo, ni tenemos organizadas excursiones, ni reservado alojamiento ni absolutamente nada resuelto.
La primera decisión fue irnos el 13 de julio desde Kusadasi (puerto de Turquía) a Samos (isla de Grecia) en ferry. El ferry demoraba una hora y media, y por suerte conseguimos asiento rápido, así que viajamos muy cómodas. Los trámites de migraciones no fueron nada complicados.

Llegamos al puerto de Samos con la esperanza de encontrar un ferry que nos llevara a Santorini, la isla griega a la que queríamos ir, ya que es famosa por sus lindos paisajes, playas y atardeceres. Nos esperaba la mala suerte de que ese día no había ferry. No solo eso, sino que caminamos toda la “rambla” de Samos, preguntando por agencias de viaje y no había NINGÚN ferry ese día, a NINGÚN lado!! O sea, que estábamos varadas en Samos sin alternativa.

Como el ferry a Santorini salía en cuatro días, y nosotras teníamos 5 días destinados, no tuvimos otra opción que elegir otra isla. Las únicas opciones viables eran Mykonos o Syros. Mykonos fue descartada por nosotras, pero fue la opción de todo el resto de las personas. Esta isla es famosa por ser la isla de la joda: glamour, playa, sol, alcohol, mucho descontrol en las playas, etc, etc. Así que ahí no fuimos, y optamos por Syros, una isla muy tranquila y familiar.

Cargadas de valijas tuvimos que buscar alojamiento, que como éramos 150 personas del grupo que habíamos ido a Samos, no era nada fácil. Por suerte, luego de subir muchas calles empinadas con la valija, encontramos un hotel muy lindo, que nos ofrecía habitaciones dobles con vista al mar por 40 euros. Bastante en cuenta para ser Europa.

Esta isla superó ampliamente mis expectativas, ya que según otras personas que habían ido, era fea. Pero xa mi opinión no tenía nada de fea! Tenía una playa muy linda, limpia y un centro precioso, con vista al puerto. Por un momento nos hizo acordar a Piriápolis, ya que había un cerro parecido.

Al día siguiente partimos rumbo a Syros en un viaje de 6/7 horas interminable, porque compramos unos pasajes baratos, que eran en cubierta! Así que estábamos congeladas en unas sillas de plástico y muertas de sueño.

Fuimos casi las únicas personas que nos bajamos en Syros. Apenas llegamos, cargadísimas con las valijas (acá se me terminó de romper el asa del bolso de mano, así q estaba complicado cargarlo), y ya nos estaban ofreciendo alojamiento en todos lados. Teníamos al menos 6 personas hablándonos en español o inglés y mostrándonos fotos y mapas. 

Luego de pensar un poco, elegimos unos apart hotel que estaban cerca del puerto, tenían dos cuartos, kitchenette, dos balcones y una vista linda. Lo que nunca imaginamos es que esas cuadras cerca del puerto iban a ser con escalones!! Claro, la isla es empinada y muuuchas calles tienen unas escaleras larguísimas. Así que a cargar la valija se ha dicho… acá casi me rindo y me quedo a vivir en las escaleras. Me arrepentí de no haber traído una pequeña mochilita de equipaje, xq tendré una valija tan pesada? Y eso q no era nada en comparación con otros compañeros!

La elección de alojamiento fue la mejor. El apartamento estaba divino y tenía de todo!! Todos los implementos de la cocina, algunos condimentos y hasta artículos de limpieza. La única macana es que el primer día no funcionaba el agua caliente, así que nos tocó ducharnos con agua fría.

La kitchenette la explotamos bastante, porque aprovechamos a cocinar alguna cosita y nos hicmos unos cuantos surtidos en el super, sobre todo frutas, verduras, pan, fiambre, fideos, cereales, un poco de carne, jugos, té helado, chocolatada, yogurth, leche (volví a tomar café con leche en el desayuno!), etc, etc. Nos alegramos mucho x tener una sandwichera y jarra eléctrica! 

Los dueños del lugar nos dieron unos muy buenos consejos de qué visitar en esos días, así que estuvimos caminando mucho, tomando muchos ómnibus (muy cómodos por cierto!), y así recorrimos la mayoría de las playas, casi todas con agua cristalina y muy salada. La arena no era la mejor, algunas playas hasta tenían piedras, pero el agua era espectacular! También subimos caminando (ni los griegos nos creían) hasta uno de los puntos más altos de la isla, donde se encuentra una iglesia (una de las taaantas que hay) y desee allí se tenía una vista de toda la isla (linda, pero no del otro mundo…) y de algunas islas que están cerca, como Mykonos y Tinos.

Cuando nos estábamos yendo, daba lástima dejar ese lugar de aventuras, que fue el primer lugar que hicimos completamente solas con María y Andrea. A pesar de que el ferry salía a las 4:20 de la mañana (dormí 3 horas esa noche…), el dueño del lugar nos llevó amablemente las valijas en auto, así que estábamos salvadas de tener que cargarlas. Tuve la mala suerte de no encontrar asiento cómodo (xq me echaron de un asiento numerado q no me correspondía), así que terminé en una silla común (pero adentro del barco!) aprovechando la compu, que me salva en momentos aburridos. María y Andrea dormían plácidamente en las sillas reclinables, que tuvieron mucha suerte que no las echaron.

Llegamos al puerto de Piraeus en Atenas y era enorme, como ya me habían contado, así que era complicado ver cómo hacíamos para llegar al hotel que habíamos reservado. Sabíamos que teníamos que tomar el subte, ¿pero dnd estaba la estación?? Luego de preguntar un poco, nos enteramos que la estación estaba en la Gate 5, ni idea nadie tenía de en cuál estábamos nosotras, pero nos dijeron que un free shuttle bus te llevaba a la railway station. Me ponía nerviosa eso de “railway”… será lo mismo q el metro?

Luego de cargar una vez más cn las valijas llegamos a la Gate 5. Ni idea dónde estaba la estación bajo tierra que esperábamos. Por suerte había algunos turistas españoles, que le explicaron a María que en Atenas el subte/metro/tranvía/tren es todo lo mismo, así q apenas vimos un tren sobre tierra q decía “Omonia” (la plaza q estaba cerca del hotel) nos sumergimos en la cola de comprar los tickets. Ahí escuchábamos comentarios de algunos españoles, que habían paros en Atenas y que no sabían si se cerraba el aeropuerto.

Bastante estrés teníamos con cómo llegar al hotel, así q opté x pensar q estaban hablando de noticias viejas, cuando a fines de junio hubo huelgas por 48hs en Grecia.

El tren/subte/metro de Atenas es rarísimo. La vía va a nivel de carreteras, bajo tierra y tipo autopista. Todo junto. No entiendo cómo hacíamos si no sentía que fuéramos en subida ni bajada. Imagino que como el suelo es muy ondulado sería algo de eso…

Luego de bajarnos en la estación Omonia y caminar 4 cuadras con las valijas, llegamos al hotel, sanas y salvas! La habitación triple q habíamos reservado estaba bárbara, e incluso más barata que los alojamientos anteriores. Hasta teníamos desayuno buffet incluido!! Increíble.

Como también teníamos wi-fi gratis se me ocurrió entrar a ver las noticias de Atenas, y ahí nos enteramos que los taxistas estaban de huelga de 48hs y bloqueando las rutas que dirigen al puerto y aeropuerto, o sea q el ÚNICO medio de transporte disponible era el metro.

Luego de dormir un rato y comer algo (a las 2 de la tarde al fin comimos x 1era vez en el día!!), para no perder el día encerradas y decir q conocimos la Acrópolis, salimos a conocer Atenas caminando.
Caminamos muchísimo, al rayo del sol, muertas de calor… el clima de Atenas no es nada fresquito, se me hacía acordar a Egipto, con mucho sol, clima seco y unos cuaaantos grados.

Estaba muy poco motivada xa conocer las ruinas griegas. Eso lo puedo decir dps de haber conocido algunas maravillas del mundo, de estar con sueño de 3hs, con dolor de panza y cansancio del viaje. Igual compré el ticket (rebajado con la tarjeta de estudiante) y visitamos algunas cosas, y caminamos bastante, porque todo estaba medio lejos xa nuestros cansados pies.

Es muy decepcionante saber q llega esta altura del viaje y no querés saber nada de ver monumentos, ya nada t sorprende, se pierde totalmente la capacidad de asombro. Visto de afuera es horrible, pero los q hacemos este viaje, nos entendemos x suerte.

En Atenas estaba medio espeso el ambiente, además de que no había NAAADIE en la acrópolis (algunos chilenos y porteños nomás), sospechábamos de q el paro de taxistas había espantado a mucha gente o q el calor insoportable también incidía. Así q dps de dar unas vueltas, nos volvimos al hotel, a bañarnos, descansar, comer, aprovechar a conectarnos a internet y dormir!!

Al otro día, María y Andrea se fueron a las 5:30 am porque tenían el vuelo desde Atenas bien temprano, así que me quedé sola en el hotel.

Desayuné sola! Otra señal de q no había nadie en Atenas, un desayuno buffet bastante bueno xa el precio q habíamos pagado.

Luego de desayunar y terminar los últimos aprontes, como a las 10 de la mañana me fui sola a la estación Omonia (a 4 cuadras recuerdan?) con las valijas y mochila. El subte al aeropuerto salía nada más y nada menos que 8 euritos, y encima había que tomar 3 subtes! O sea, hacer combinaciones. Los dos primeros pasaron bárbaro, pero xa el último tuve una espera de 30 minutos, q si no hubiera ido con tiempo, hubiera llegado muy justa para el vuelo. 

Estuve un poco nerviosa por andar sola con las valijas en un subte en el que todo el tiempo repetían por parlantes q cuidaras tus pertenencias (en griego y en inglés). Además, no sabía si había sacado el ticket correcto, e incluso en una estación subí a marcarlo (xq me había olvidado y la multa era de 480 euros) y resulta q xa volver a ir al metro tenía q ir x escaleras comunes… pequeño detalle!! Y yo con mis valijas a cuestas… uffff!

Luego de todas esas vueltas, llegué por fin al aeropuerto de Atenas, q no me parecía la gran cosa, luego de haber visto tantos aeropuertos por el mundo. Ahí me tocaba volar a Barcelona, a la casa de mi amigo Julián, siguientes (y últimos) días del viaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario